A fines de abril, una fuerte explosión en una plataforma de la petrolera British Petroleum, en el mar frente a Luisiana (EEUU), dejó 11 trabajadores muertos. El derrame se ha convertido en una de las peores tragedias ecológicas en la historia de EEUU y ha sido declarado “desastre nacional” por Obama. Se está derramando diariamente unos 800'000 litros diarios de crudo, y al momento de escribir estas líneas habían pasado 18 días sin poder solucionarlo, es decir, se han vertido unos 14.5 millones de litros de petróleo en el mar. La marea negra, del tamaño de Puerto Rico, llegó a las costas de Luisiana, dañando alrededor de 400 especies marítimas incluyendo ballenas y delfines, 110 tipos de aves migratorias, mariscos y ecosistemas como los arrecifes de coral. Se han anunciado millonarias multas contra la petrolera, pero ese dinero no servirá para reparar el daño que ya se ha causado a la vida natural en la zona.
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